Los juguetes de mi infancia. Muchos no eran... Recuerdo los que tuve , como así mis preferencias. 
Los que más me gustaban, juego de té de color rosa con su tetera , la azucarera y los platitos con sus tazas y cucharitas La cocinita de chapa bellamente pintada. 
Yo preparaba la mesita con mantel , acomodaba las tazas , la tetera y la azucarera , pero el té era agua !!! Y no había torta. ¡A mí me parecía muy aburrido!!!.




Ohm... Las muñecas!!! Nunca, lo que se dice nunca pude ser amiga de ellas. Tenía una que en aquellos tiempos se denominaba “Piel Ángeli ”; peinada con rodete y flequillo, ojos celestes y una boca perfecta con labios pintados de rojo. 
Yo tenía que vestirla – mi mamá me enseñó cómo hacerle vestidos – Podía sentarla y levantarle los brazos, pero los ojos no pestañeaban y el peinado no se podía desarmar porque era de goma . Los zapatos de plástico color blanco se les salían siempre.
Todo eso , a mi me resultaba sumamente aburrido!!!.  



Había algo que me gustaba mucho más, la pelota los revólveres con sus cartucheras y el sombrero de “cowboy”, pero era un sueño inalcanzable.
Cuando había una pelota de goma, armábamos partidos en el “campito” del barrio; hacíamos los arcos con unos ladrillos y comenzaba el partido. Se oían los gritos de gol y las discusiones de si la pelota había pasado por arriba o al costado del “arco” . Los resultados solían ser de 8 a 0 ó 10 a 0, que se yo , lo que se, es que era lindo. Era invierno, pero no sentíamos el frío, usábamos pantalones cortos y teníamos las rodillas paspadas y sucias.

Al llamado de mamá había que acudir enseguida , porque si no ,se armaba “la gorda”; aunque siempre un chirlo ligaba acompañado de: “Ya te dije que ese es un juego de varones”. 
Pero era feliz, habíamos ganado el partido. Qué importaba el chirlo, el frío y el reto de mamá.
Eso sí que no me aburría !!!!



De la mano de mi papá iba al cine y si la película era del salvaje oeste americano, al día siguiente me transformaba en el justiciero más valiente , aunque no tenía los revólveres y las cartucheras , ni el sombrero, me las arreglaba para “fabricarlas” , hasta la escenografía, que podía consistir en una choza en lo alto de un árbol o una cueva en el baldío. Puedo asegurar que los tiros eran muchos.
 Eso sí que no me aburría!!!!!!. 
Esto fue un pantallazo de los juegos de mi niñez.

 Abu Miriam  de "Abuelos Joviales TIC"
 de Realicó, La Pampa, Argentina



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