Una fría tarde de invierno fuí con mi hija Leticia a comprar su regalo de cumpleaños nro 5 .
La llevé a una juguetería enorme y nos quedamos extasiadas mirando la vidriera adonde habían toda clases de juegos de mesa y juguetes.
La primera que vió Leticia y la última que eligió fue una hermosa y sonriente munñequita que se llamaba "Frutillita" que parecía hablarnos a través del vidrio de la vidriera y decirnos
"Llévenme con ustedes, aquí estoy un poco aburrida...."
Salimos muy contentas de la juguetería con un enorme paquete con un moño colorado.
Desde ese día Leticia y Frutillita fueron muy amigas, a tal punto que iban juntas al jardín y también a la placita del barrio.
El tiempo fue pasando y Leticia fue cambiando de intereses. Prestaba más atención a los encuentros con amiguitas, libros, al deporte y a los juegos de ingenio. De cualquier forma, siempre la conservó en su dormitorio, expuesta en un estante, adornando su biblioteca y acompañando su crecimiento.
Leticia estudió, se recibió,se casó y se fue a vivir a otra casa. Sin embargo siempre se acordaba de Frutillita a quien llevó y guardó en un baúl como recuerdo de su infancia.
Al poco tiempo de casarse tuvo una hijita, Emilia, y a que no saben que le regaló cuando nació?
- Si ! Acertaron ....el primer regalo que le hizo, fue su muñeca Frutillita, deseándole que la acompañara y la hiciera feliz como la había hecho a ella.

¿Repetirá Emilia la misma historia que su mamá, cuando crezca y tenga su hijita?
¿Qué les parece?
Marta

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